Fue fabuloso el ambiente que se creó el domingo 27 de diciembre del 2009 en la terraza de Casa Chi. Volvimos a ser niños, recortando de revistas y pegando en un cartón el collage de nuestros deseos para el 2010.
La idea era recordarnos que todo nos pertenece y que sólo debemos "pedir que se nos dará", recordarnos que antes de ser responsables son nuestros padres, hijos, pareja, trabajos, debemos ser responsables para con nosotros mismos.
Dimos gracias para devolver un poquito de todo lo que se nos obsequia y porque es una de las claves para poder recibir. Pusimos los agradecimientos por escrito y los quemamos en una ceremonia especial donde las cenizas fueron echadas en un árbol bebé de limón para que sea parte de su abono y así crezcan nuestras intenciones y se expandan al cosmos.
Tomamos un delicioso refrigerio y compartimos con alegría y certeza en nuestros corazones que YA tenemos todo lo que deseamos y más infinitamente.
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